Aunque ya está aquí la primavera el frío se resiste a marcharse por lo que la calefacción sigue siendo imprescindible en muchos hogares. Precisamente por ello no está de más recordar algunos consejos que pueden ayudar a ahorrar.

La clave fundamental del ahorro es intentar mantener siempre una temperatura constante, entre los 20 y los 21 grados, para ello no debe incurrirse en el típico error de poner al principio la calefacción a una temperatura muy alta para caldear la casa rápidamente y luego bajar el termostato. Esta acción lo único que produce es un gasto excesivo.

El uso de termostatos independientes en cada estancia de la casa es otra de las medidas más indicadas para ahorrar. Estos dispositivos pueden programarse y ayudar a mantener una temperatura estable, evitando picos de consumo al mantener la estancia a la temperatura deseada.

Otro punto a tener en cuenta a la hora de ahorrar en calefacción es invertir en un buen aislamiento de puertas y ventanas, evitando así fugas de calor.